
Oscar Gallardo en Encuentros de la luz
La serie de presentaciones organizada por la Asociación de Autores de Iluminación (AAI) denominada Encuentro de la luz, llegó a su 9na entrega con la disertación de Oscar Gallardo, diseñador de luces de la última gira de Joaquín Sabina. La cita fue en el Barclaycard Center de Madrid.
Tomando como motivo de la charla, las actuaciones musicales en vivo, la nutrida concurrencia entre las que encontraban asociados AAI, profesionales del sector, estudiantes, representantes de empresas del sector, entre otros.
La actuación de Joaquín Sabina dentro de su gira “500 noches para una crisis” fue el marco ideal para las explicaciones de Oscar Gallardo – miembro de la Junta directiva AAI – que facilitaron la comprensión de los distintos aspectos de esta especialidad de la iluminación escénica.
Durante la charla brindó detalles de sus inicios y cómo fue desarrollándose en su carrera hasta que a finales de los años 80 comienza a trabajar con diferentes artistas, mezclando sus experiencias profesionales previas con la incorporación de las nuevas tecnologías del momento. Destacó que en aquellos tiempos, el conocimiento de la programación y uso de los nuevos sistemas de control lumínico, ofrecía la apertura de un camino profesional inédito hasta el momento.
Nombres como Luz Casal, Rosana, David Bisbal, Presuntos Implicados, Pasión Vega, Joan Manuel Serrat, Joaquin Sabina y muchos otros, forman parte de su gran CV de casi tres décadas de trabajo.
Con respecto al montaje empleado en la gira de Sabina, mencionó que se basa en un escenario de 18 m de frente por 12 m de fondo, despejado lateralmente para ofrecer una visión amplia, ideal para grandes audiencias. Destacó que el telón de fondo en color rojo púrpura, imita una embocadura teatral, para brindar una imagen de mayor intimidad y cercanía aun tratándose de un escenario ubicado en una gran sala, un aspecto muy necesario para el estilo de música que Sabina representa.
Esta “embocadura” trasera brinda un marco especial para la pantalla de video que se convierte en el elemento dinámico que, ensamblado con la música y la iluminación, representa el hilo conductor del espectáculo. Eso demanda un trabajo especial con la iluminación para intentar no distorsionar el efecto del trabajo de Vicente Fontecha ofrecido en la pantalla.
En lo que refiere a estructuras, el montaje está compuesto por tres trusses de 18 m cada uno, en disposición longitudinal, colgados a 8 m de altura. El truss delantero se emplea para iluminación puntual de músicos y de Sabina, tarea que Gallardo realiza colocando un móvil y un recorte por posición, además de la luz para el público (Martin Mac Aura Wash, recorte y Source Four Par).
El puente medio, situado hacia el interior del escenario y más cercano al telón, se emplea para iluminar a Sabina exclusivamente, compuesto por unidades Vari lite VL3000 y Martin Mac Aura Wash.
El tercer truss se ubica al final de la escena, ligeramente por delante de la parte trasera donde se enmarca la pantalla, se emplea para contraluz, efectos e iluminación del fondo, con unidades Vari lite VL3000, Martin Mac Aura Wash y Wally Triton Blue.
Dos soportes laterales de 4m de longitud, colgados a 5m de altura, situados en el último tercio del escenario y con tres móviles Vari*Lite VL3000 cada uno, completan las estructuras aéreas del montaje.
El resto de luminarias están situadas en el suelo, detrás de la tarima de los músicos (en este caso, Vari*Lite VL3000) y se emplean para efectos. También se colocan al pie de la falsa embocadura para iluminar el fondo desde abajo con luminarias Wally Triton Blue.
Fuera del escenario, cuatro cañones Robert Juliat Aramis, ubicados a derecha e izquierda de la grada alta del recinto, completan la dotación de luminarias del diseño. El diseñador también comentó acerca de la importancia de la utilización de niebla para ayudar a conseguir el nivel visual de densidad que él considera deseable.
Al respecto de la elección de luminarias en el proceso de diseño, Gallardo indicó su poca disposición al uso de iluminación convencional, usando solamente lo imprescindible, y su predilección por los móviles debido a la facilidad que le suponía para reproducir en cualquier parte del mundo su espectáculo.
También señaló su preferencia por vestir el escenario de colores únicos, dejando de lado en lo posible de la mezcla en distintos planos, así como su elección de tonos cálidos en la iluminación de las caras de los músicos y el artista.
Mencionó que los movimientos de los móviles suelen estar coordinados con las imágenes de la pantalla y la música, incluso cuando los mueve para invitar a la gente a cantar, lo hace de manera suave y coordinada.
En un momento, Gallardo comentó: “La gente viene a ver a Sabina, no mis luces”. Esta idea estuvo presente en cada una de las explicaciones que fue brindando durante su exposición.
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