
Sennheiser en la ópera Las Ciudades Invisibles
“Las Ciudades Invisibles”, primera ópera a gran escala que emplea auriculares inalámbricos, completó el pasado mes su edición limitada de espectáculos. El evento, que agotó entradas, tuvo lugar en Union Station de los Ángeles – la terminal de ferrocarriles más grande de la costa Oeste de Estados Unidos.
En el corazón de la producción, que se celebró tanto en el interior de la vasta extensión de la terminal, como entre sus patios al aire libre, se encontraba el nuevo sistema inalámbrico de radiofrecuencia Sennheiser Digital 9000.
La ópera, una colaboración entre The Industry, L.A. Dance Project y Sennheiser, escrita por Christopher Cerrona, se basa en la novela publicada por Italo Calvino en 1972. La narrativa, que se acompañaba de una orquesta en vivo compuesta por 11 músicos, fue capturada por una selección de micrófonos de Sennheiser y Neumann.
Gracias a la utilización de tecnología inalámbrica ni los artistas ni la audiencia se encontraron restringidos por los límites espaciales asociados a un teatro, pudiendo experimentar la ópera desde diferentes perspectivas.
Tres elementos tecnológicos claves de Sennheiser hicieron posible la producción técnica: los micrófonos con cable, los micrófonos inalámbricos con sistemas IEM (monitoreo In Ear), y los auriculares inalámbricos de consumo. Cada instrumento de la orquesta fue amplificado empleando micrófonos Sennheiser o Neumann con cable, mientras que las actuaciones fueron transmitidas a los artistas y a los espectadores usando tecnología inalámbrica Sennheiser. La audiencia experimentó toda la magnitud del espectáculo gracias a los sistemas de auriculares inalámbricos de consumo RS 120II.
El sistema Digital 9000 emitió ocho canales de audio sin comprimir, libres de interferencias, a través de toda la instalación y capturó cada delicado matiz del libreto. Los componentes del sistema Digital 9000 empleados en esta ópera incluyeron el receptor EM 9046, los transmisores de bolsillo SK 9000 y los micrófonos de solapa MKE 1.
Según informa el comunicado emitido por la firma Magnetron, distribuidor español de Sennheiser, se utilizó “un sistema IEM (In Ear) serie 2000, que realizó una monitorización intraural de cada cantante y bailarín, asegurando la sincronización de sus actuaciones con la partitura musical.”
Los receptores EK 2000 IEM, los auriculares IE 8 y los transmisores gemelos SR 2050 IEM fueron acompañados de un sistema de antena de alta complejidad. Cuatro zonas diferentes a través de toda la terminal servían como repetidores de antena para lograr una cobertura de radiofrecuencia completa y sin problemas, tanto para los artistas como para los espectadores que empleaban auriculares inalámbricos. Dependiendo de la zona, se utilizaron antenas direccionales pasivas A 2003-UHF junto con los modelos polarizados circularmente A 5000 CP, que minimizan eficazmente las variaciones de intensidad de señal, al tiempo que eliminan múltiples problemas.
El diseñador de sonido Martin Gimenez eligió una variada colección de micrófonos Evolution de Sennheiser, además de micrófonos Neumann, para cubrir cada instrumento de las 11 piezas que componían la orquesta. Los micrófonos Evolution se utilizaron para capturar sonidos metalizados y percusión, así como el ambiente general de la sala. Para los instrumentos de viento y cuerda, entre los que se encontraba el arpa, Gimenez empleó diversos micrófonos de condensador con membrana pequeña. En el piano, seleccionó un par de modelos U 87 con condensador de gran diafragma.
Para más información visita www.magnetron.es