La firma Magix es reconocida, en parte, por el desarrollo de aplicaciones de software para producción musical del más alto nivel. Muestra de ello son sus excelentes aplicaciones DAW Samplitude y Sequoia.
Siguiendo con su línea de excelencia desarrolló su sistema virtual de sonido y procesamiento para guitarra y bajo.
Vandal es un software de modelado para guitarra y bajo que crea versiones virtuales de amplificadores, gabinetes, micrófonos y efectos, que apuesta a un sonido propio en lugar de emular amplificadores específicos.
Una de las premisas tenidas en cuenta durante el desarrollo de la aplicación fue la no inclusión de la tecnología de impulsos acústicos para el diseño de la simulación de la respuesta acústica de gabinetes/altavoces. En su lugar, Vandal emplea modelado físico de cada elemento presente en un recinto acústico calculando, en tiempo real, la respuesta de los componentes de acuerdo a la interpretación del usuario.
Después de recorrer algunos de sus presets y de crear mis propios programas iniciales uno de los aspectos que más llamó mi atención – además del cuidado sonido – fue el bajo consumo de recursos que demandaba la aplicación, especialmente al tener en cuenta las demandas de otros excelentes sistemas de modelado para guitarra/bajo.
Vandal se mostró siempre listo, sin fisuras para salir a rodar.
Su disposición sigue el diseño que utilizaría un músico, es decir un módulo donde se colocan los pedales; un módulo donde se encuentra el preamplificador y amplificador, un módulo para la caja de altavoces y micrófonos utilizados para capturar el sonido, y un módulo final que permite procesar el sonido con un rack de dos efectos independientes que pueden conectarse en serie o en paralelo.
Sonido de base
La preparación de programas propios es absolutamente sencilla gracias al diseño de pantalla única implementado en Vandal, y a la no utilización de complicadas secciones. Cada parte posee un lugar y el acceso a sus componentes es totalmente directo.
El primer elemento a considerar es la correcta asignación del nivel de entrada. Por supuesto, eso está íntimamente relacionado con el nivel entregado por la tarjeta de sonido utilizada.
Vandal emplea los habituales controles de nivel de entrada y salida – junto a un control Gate que suprime la señal de la guitarra durante las pausas en la interpretación – para que el músico ajuste adecuadamente los niveles.
Si bien, la etapa siguiente es la que corresponde a los pedales, me parece más adecuado “encender”, en primer lugar, el amplificador, aunque sea con sus asignaciones predeterminadas para crear un correcto sonido de partida. Como hacen muchos guitarristas famosos, el mejor acercamiento a la creación de sonidos es partir de un buen sonido limpio desde el amplificador para luego aplicar efectos.
Aunque parezca extraño en estos tiempos de softwares que ofrecen varias emulaciones de amplificadores famosos, Vandal sólo posee dos (2) amplificadores: uno para guitarra y otro de bajo. La explicación está en la idea detrás del diseño de la aplicación: crear un sonido propio.
En el módulo Amp, un sencillo menú permite elegir entre las opciones No Amp, Guitar Amp y Bass Amp.
Luego de eso, si es necesario, volvemos sobre los efectos para comenzar a procesar el sonido.
Amplificador
Como antes mencioné, Vandal cuenta con dos amplificadores. El músico elige si trabajará con el amplificador de bajo o el de guitarra.
El ampli de guitarra posee tres canales: Clean, Crunch y Lead. El resto de los controles es común a los tres canales. De manera adicional, y buscando dar más opciones de tono, dentro del panel de ajustes avanzados encontramos tres tipos de preamplificadores: Modern High Gain, British y Classic. Estos preamps deberían utilizarse cuando se busca crear un sonido similar a los obtenidos con amplificadores famosos. Por ejemplo, si buscamos un sonido Fender, el preamplificador adecuado será Classic.
Además, disponemos de dos tipos de amplificadores: Class A: Low power y Class AB: High power.
Este módulo posee los habituales controles de tono pero incorpora una sección denominada Voicing que posee dos perillas de ajuste con las que se puede moldear el sonido de una manera diferente a la que se consigue con los ajustes de ecualización. Voicing permite cambiar el tono obtenido modificando el carácter en cada posición de sus controles.
Naturalmente, el amplificador de bajo posee ajustes diferentes. En este modelo no encontramos un panel de ajustes avanzados; todo se encuentra disponible desde su interfaz inicial.
Existen enormes posibilidades de ajuste de tono, las que hacen posible conseguir diferentes tipos de sonidos adecuados para estilos musicales variados. Gain, Contour, Comp y Drive son los responsables de formar el sonido de base.
El compresor está basado en un diseño óptico, consiguiendo en consecuencia, una compresión que se adapta perfectamente a la intensidad de ejecución del músico.
Posteriormente, la señal pasa por un ecualizador de cuatro bandas que ofrece dos bandas de medios con ajuste de frecuencia.
Los dos amplificadores – guitarra y bajo – poseen un último control Master empleado para ajustar el sonido final al nivel de volumen adecuado.
Cajas acústicas
Es aquí donde reside lo mejor de Vandal. El aporte de los modelos de cajas acústicas y su relación con los altavoces y micrófonos, es fundamental en el sonido final. Especialmente en el caso del bajo. El sonido directo del amplificador es muy bueno pero al agregar el módulo Cabinet Simulation el sonido se transforma. Sucede lo mismo que se aprecia cuando escuchamos la diferencia entre el sonido de un bajo tomado desde la salida directa de un amplificador real y la salida de un micrófono colocado en uno de los altavoces.
También aquí hallamos gabinetes y altavoces para guitarra y para bajo. Es posible elegir entre diferentes tipo de altavoces y gabinetes de manera separada.
En guitarra encontramos las siguientes posibilidades de altavoces: 10“ UK Vintage; 12” UK Vintage; 12” UK Modern; 12” UK Blue; 10” US Alnico; 15” US Alnico y 15” US Fat.
Para bajo: 10” Custom Rock; 10” Custom Alu; 15” Custom Rock y 15” Custom Alu.
Por otro lado, las posibilidades de cajas acústicas son: 1×12” US Combo Open; 1×12” US Combo Closed; 2×12” UK; 4×12” UK y 4×10” US Tweed (para guitarra); 4×10” Ported (Bassreflex) y 1×15” Ported (Bassreflex) (para bajo).
Cada sonido se puede construir empleando hasta dos micrófonos independientes. Vandal ofrece dos mics dinámicos y un mic de condensador. Cada uno cuenta con ajustes separados de posición en el altavoz, distancia, panorama y volumen.
El panel de ajustes avanzados cuenta con importantes parámetros que permiten variar el comportamiento del gabinete.
Como mencioné al inicio del reporte, Magix diseñó Vandal empleando modelado físico; en especial menciona que no ha utilizado impulsos acústicos (convolution) en el diseño de sus gabinetes.
Gracias a la tecnología aplicada, el usuario puede ajustar la respuesta del gabinete en cuestiones relacionadas con comportamiento no lineal; por ejemplo, la distorsión del altavoz. Gracias a ese control el músico puede variar el comportamiento del altavoz, sabiendo a que a mayor volumen la respuesta en frecuencia ofrecida por el altavoz se modifica. Si se hubiera optado por un diseño basado en impulsos acústicos, sería similar a trabajar con samples de un instrumento, en donde las muestras pueden ser perfectas pero siempre serán las mismas muestras aún cuando el usuario modifique su técnica de ejecución.
Los demás parámetros de ajuste permiten alterar la influencia del gabinete sobre el sonido y sus resonancias, el tamaño de la sala y sus resonancias, además de las fases de los micrófonos.
Efectos
Elegí colocar los efectos en tercer lugar debido a que, si bien su trabajo es muy importante, la fortaleza de Vandal reside en sus amplificadores y en sus estupendos gabinetes acústicos.
Pueden utilizarse hasta cuatro pedales en forma simultánea. Es importante mencionar que los pedales que se encuentran apagados no consumen CPU.
La línea de procesamiento dentro de la pedalera va de izquierda a derecha. Los pedales no pueden arrastrarse para cambiarlos de posición.
La paleta de procesamiento ofrece todo lo necesario para lograr sonidos interesantes. Destaco la inclusión de pedales especialmente desarrollados para bajo: chorus y compresor.
El último módulo de Vandal presenta dos procesadores de efectos de salida independientes, utilizados para agregar toques finales a un programa creado.
Consola
El módulo superior de Vandal presenta los controles de nivel de entrada, de salida, compuerta o Gate (sin controles de tiempos), limitador, afinador, el administrador de presets y escenas, ajustes avanzados y cinco perillas utilizadas para control de parámetros empleando MIDI y automatización VST.
Vandal permite crear cuatro variaciones para cada sonido. Con la utilización de las escenas no es necesario crear un nuevo sonido para conseguir un leve cambio. Las escenas están pensadas para su utilización dentro de una misma canción, por ejemplo, para agregar un toque extra de distorsión y volumen para el coro, o para agregar/quitar otro pedal durante el solo.
El control MIDI fue el aspecto más débil de la aplicación. Además de emplear una terminología un tanto críptica – por ejemplo las denominaciones Multiply y Subtract – el funcionamiento del control MIDI mostró fallas en mi sistema. La empresa ha lanzado una actualización que solucionó ciertos problemas reportados, pero aún existen dificultades.
No sucedió lo mismo al utilizar automatización enviada desde pistas del secuenciador. En ese caso todo funcionó como se esperaba.
No obstante, la automatización es indirecta ya que la aplicación permite automatizar únicamente los cinco controles remotos que previamente el usuario debe vincular con los parámetros que interesan controlar. El proceso se simplificaría con la utilización de una función del tipo MIDI Learn que permita vincular cualquier parámetro, directamente con la pista de automatización del secuenciador o con un control hardware.
Resumen
Sin entrar en cuestiones técnicas puedo decir que luego de crear algunos sonidos y de probarlos a la par con otros patches creados con softwares similares, encontré un sonido muy dinámico, especialmente en programas con distorsión, con diferente respuesta de acuerdo a la intensidad de la interpretación y con muy bajo consumo de recursos de procesamiento.
Un ejemplo práctico: abrí un proyecto existente con tres pistas de guitarra procesadas con un reconocido software de guitarra, además de otros instrumentos virtuales. Al reemplazar en cada pista el software anterior por Vandal, utilizando sonidos también creados por mí, la carga del procesador se redujo drásticamente permitiéndome agregar más pistas, acción que antes resultaba imposible sino anulaba o “freezaba” algunos de los otros instrumentos virtuales.
Otra prueba sencilla que realicé fue grabar frases simples aumentando en cada etapa la intensidad en la ejecución con el objetivo de apreciar la respuesta dinámica obtenida. También aquí encontré un excelente comportamiento.
Por cuestiones que, seguramente, pasan por gustos personales, para sonidos limpios del tipo Fender, mi preferido sigue siendo AmpliTube Fender, aunque sus demandas de CPU son bastante altas.
Vandal no posee la cantidad de herramientas que se encuentra disponible, por ejemplo en Guitar Rig, en especial en lo que respecta a cantidad de efectos, moduladores o división de la cadena de procesamiento, pero ofrece un sonido muy bueno y eso es un aspecto fundamental en una aplicación de modelado de este tipo. A fin de cuentas, de eso se trata.
Es difícil que una aplicación cubra a la perfección todos los aspectos del sonido, especialmente, al considerar la subjetividad del concepto de “buen sonido”. Es por eso que Vandal no debería faltar entre los amplificadores del músico.
Destaco, nuevamente, que donde no tiene rival hasta el momento, es en la relación prestaciones/consumo de CPU. Sorprende encontrar una aplicación que ofrece resultados tan buenos con una carga de CPU tan reducida.
Vandal se presenta como una aplicación con una imagen robusta que ofrece una experiencia de uso muy directa y sencilla, y, por sobre todo, brindando un sonido del más alto nivel.
Para cerrar este artículo me gustaría mencionar algunos recursos que, indudablemente, mejorarían las prestaciones de esta muy buena aplicación:
La posibilidad de arrastrar pedales para cambiar de manera sencilla el orden de procesamiento con los efectos.
Un verdadero administrador de Presets con capacidades de ordenamiento y búsqueda.
Almacenamiento de programas individuales para pedales.
Indicaciones visuales referidas al modo de Delay.
Una función MIDI Learn que permita asociar, fácilmente, cualquier parámetro presente en la interfaz gráfica a cualquier controlador disponible.
Ejecución en modo independiente o standalone, con reproductor de archivos para cargar pistas con el objetivo de practicar.
Fabio García
Para más información visita www.vandalamps.com