Tiempo atrás, mientras realizábamos negocios en Valencia, hicimos una visita a las oficinas principales de Beyma, compañía líder en la producción de altavoces para sistemas de audio de alta calidad.
El edificio reúne la parte de producción y la de administración, y se encuentra a sólo unos pocos kilómetros del centro de Valencia. Gracias a la hospitalidad de Paloma Martínez (Responsable de Marketing y Comunicación), y de Jorge Serrano (Jefe de producto), pudimos conocer mejor a esta compañía y descubrir el innovador transductor de altas frecuencias TPL-150, que describiremos en este artículo.
Un momento particularmente interesante fue la visita a la línea de ensamblado, la que utiliza la última tecnología, y el efectivo departamento R&D. Desafortunadamente, no pudimos tomar fotografías generales de este último por razones de confidencialidad.
Es una lástima, ya que garantizamos que el departamento de investigación y desarrollo (R&D) de Beyma es uno de los laboratorios más fascinantes y “poco convencionales” de los que hemos visitado.
Dirigido por José Martínez, Fernando Bolaños lumbrera de la Universidad y brillante científico, y su colega Pablo Seoane, nos enseñaron el laboratorio, lleno de herramientas usuales para análisis de acústica y simulaciones, y además de una serie de “herramientas hechas a mano”, simples pero totalmente efectivas.
Sólo para dar una pista: imaginen un poco de madera, una cuadrícula dibujada encima y un poco de arena para simular el comportamiento acústico de drivers y altavoces.
Una herramienta importante para Beyma es el analizador Bruel&Kjaer Klippel Analyzer 2.
El equipo nos explicó que este análisis y método de predicción es una de los plataformas hardware/software más avanzadas disponibles en la actualidad, pero el factor más importante es que está dedicada al control de calidad de drivers y altavoces.
En este contexto pudimos dar una mirada a los productos y a la tecnología que son los “actores principales” de nuestra sección técnica “Focus on”. Pero, antes de comenzar con la información técnica, nos gustaría describir a Beyma en pocas palabras para descubrir de qué manera opera una compañía de su nivel.
Acústica Beyma nació en 1969, en Valencia, y centró su actividad en la producción de altavoces de alto nivel, tanto para audio hi/fi como para audio profesional.
El departamento de investigación y desarrollo, la excelente atención a las comunicaciones con sus clientes y la innovación técnica son las bases de las estrategias de desarrollo de la compañía, tal como lo señaló Paloma Martínez en la presentación que preparó para nosotros.
De hecho, la gran cantidad de clientes que llegan de diferentes áreas del audio (hi-fi y profesional), aportan datos de su día a día, creando feedback, y constituyen una excelente información para Beyma y su desarrollo de nuevos productos.
Pudimos visitar la nueva línea de ensamblado, caracterizada por amplios espacios y una organización orientada a la automatización/robotización, con equipamiento dedicado construido de acuerdo a especificaciones directas de la compañía.
Por ejemplo, durante casi todo el proceso – comenzando desde el imán hasta las diferentes etapas de ensamblado – el altavoz nunca se da vuelta o se mueve de su ubicación primaria en la cinta transportadora, lo que ofrece un ensamblado preciso y seguro.
Una fase importante es la etapa de pegado, donde se utiliza una mezcla especial (obviamente, secreta) de diferentes proporciones de pegamentos de acuerdo a la tarea. Todos estos procesos se programan y configuran a distancia, desde un ordenador específico.
La última etapa del proceso de fabricación son los diagnósticos y escucha del producto final.
Además de utilizar varios instrumentos de medida, técnicos especializados escuchan cada altavoz y driver. Ellos dicen tener “oído para la música”.
Fue divertido ver cómo el técnico era capaz de identificar “por oído” un problema imperceptible en un driver creado “ad hoc”, que luego las máquinas reportaron y descartaron.
El nuevo Beyma TPL-150
Beyma ha desarrollado un nuevo tipo de componente para sonido profesional, llevando la más alta calidad sonora demandada por los amantes del audio, al mundo de la música en vivo.
Esta clase de transductor de alta frecuencia se basa en la tecnología AMT (Air Motion Transformer). En este tipo de transductores, inventados por el físico alemán Oskar Heil, la generación de sonido ocurre de una manera muy diferente a lo que sucede en los habituales tweeters de cinta.
En la figura 1 podemos ver que en este dispositivo, el diafragma está formado por pliegues longitudinales, como en un acordeón. En la cara recta de cada uno de estos pliegues se encuentra un hilo de cobre conductor impreso.
La ventaja en este tipo de dispositivo consiste en el movimiento pequeño y muy controlado de cada pliegue, que acelera la circulación del aire interior circundante, produciendo una salida acústica casi perfecta, tanto en amplitud como en fase, en todas las áreas radiantes del transductor.
Este diafragma se fabrica en Beyma en un material que posee gran flexibilidad y que es capaz de soportar temperaturas extremas. Se utiliza en aplicaciones militares y aeroespaciales, para fabricar circuitos impresos flexibles. Es de gran durabilidad y totalmente fiable.
El principio de operación es el mismo que en los tweeters comunes pero con una geometría totalmente diferente.
Como se puede ver en la figura anterior, el campo magnético se cierra pasando por donde se encuentra el diafragma. Cuando una corriente eléctrica alterna circula por las pistas de cobre de la membrana, se produce un movimiento en los pliegues de izquierda a derecha. La onda sonora, entonces se genera al comprimirse el aire entre los pliegues.
Esto provoca que, aun con desplazamientos muy pequeños de cada pliegue, el aire se mueva a gran velocidad, produciendo una presión sonora importante.
Las ventajas de este tipo de tweeter se pueden resumir en:
* Superficie de radiación cuatro veces mayor a la de un tweeter o motor de compresión equivalente, gracias a su geometría plegada. * Transformador de aire en movimiento (Air Motion Transformer) porque provoca en el aire una velocidad cuatro veces mayor que la de los propios pliegues (relación 4:1). * Esto le confiere una enorme dinámica y una respuesta transitoria insuperable, muy superior a la de cualquier tweeter convencional, incluyendo los de cinta o “ribbon tweeters” e incomparable a la de un motor de compresión.
Beyma ha desarrollado esta tecnología creando un componente de uso profesional, del que cabría destacar:
* Alta sensibilidad: 99 dB@1W,1m. * Rango de frecuencias insuperable: de 1 a 23 kHz. * Potencia admisible sin precedentes: 80W AES. * Directamente aplicable para sistemas Line Array, con total coherencia del frente de onda sin necesidad de ningún adaptador. * También adecuado para otras aplicaciones, con una cobertura horizontal superior a 100º hasta 10kHz.
Todas estas características hacen del TPL-150 una auténtica alternativa a los drivers de compresión convencionales, aportando un valor añadido enorme a cualquier sistema sonoro que lo incorpore. La calidad de audio, timbre, definición y claridad de este transductor es simplemente insuperable.
Observando la respuesta a la frecuencia, aunque es utilizable desde 1Khz, parece que el nivel de presión sonora hasta 2kHz es más bajo que el requerido para un uso equivalente como driver de compresión. Debería tomarse en consideración que esta respuesta se consigue sin ningún bafle o bocina; sólo con la unidad en aire libre. En estas condiciones, la dispersión horizontal del TPL-150 es totalmente sorprendente.
Como se aprecia en el gráfico de dispersión, la cobertura horizontal es de 180º a menos de 1kHz. Utilizando un pequeño difusor, la limitación de la cobertura en aquellas frecuencias a 90º, es muy efectiva para conseguir un nivel de presión sonora SPL más alto desde 800Hz hasta 5kHz, obteniendo más de 4dB de incremento sin perder la espectacular consistencia de dispersión.
Ningún driver de compresión con bocina es capaz de tener un ángulo de cobertura de 100º a 10kHz.
A continuación, encontramos una respuesta a la frecuencia con una nueva bocina, TDTPL, para reforzar el paso de banda de medios bajos del TPL-150.
Con la ayuda de esta bocina, el TPL-150 consigue una sensibilidad mucho más alta, especialmente desde 1 a 7Khz, con una sensibilidad promedio de aproximadamente 104 dB, manteniendo una figura de muy baja distorsión.
Pero, ¿cómo se compara un TPL-150 con un driver de compresión normal?
Los ingenieros de Beyma han realizado un completo esquema de mediciones para ilustrar la superioridad de TPL sobre los drivers de compresión tradicionales.
En la tabla que se ve a continuación, podemos apreciar una comparación de las especificaciones.
Comencemos con definición de tiempo. Un gráfico de tipo cascada será muy explicativo sobre las diferencias entre un domo con resonancias inevitables y dispersiones de tiempo y una estructura donde la bobina, propiamente dicha, es la superficie de radiación al mismo tiempo:
Como vemos en las mediciones de cascada, casi toda la energía en el TPL-150 se ha disipado en menos de 2 milisegundos. Sin embargo, si se observa la respuesta de un driver de compresión, aún después de 5 ms, el diafragma sigue resonando, haciendo más difícil entender el mensaje acústico.
¿Qué sucede con la distorsión?
Se realizaron diferente mediciones que no sólo se limitaron a la distorsión armónica: distorsión de diferencia de tono, distorsión de intermodulación, mediciones de campo cercano y estimulaciones multi-tono. Todas, realizadas a tres diferentes niveles de potencia: 1 w, 7 w y 23w AES.
Podemos mostrar muchas de estas mediciones donde siempre el TPL-150 resulta claramente superior en lo que respecta a distorsión.
Una de las mediciones más espectaculares es la respuesta multi-tono ya que puede ser más relacionada con el comportamiento de la unidad con señales musicales. Utilizando varias señales sinusoidales al mismo tiempo se producen muchos más efectos de distorsión de intermodulación, creando un especie de “piso de ruido”, muy interesante para comparar, especialmente en este caso.
En el gráfico vemos con claridad la tremenda cantidad de efectos producto de la distorsión que crea un driver de compresión, sólo con una potencia de 1 w. Existe una relación señal/ruido de menos de 45dB entre el componente principal y los efectos de la distorsión a lo largo de todo el paso de bandas de la unidad.
Si se observa el trazo azul del TPL-150, resulta increíble apreciar la baja distorsión, que incluso en algunas zonas de frecuencias no puede ser medida.
Mirando la medición de 7 w, también se puede apreciar cómo los efectos de la distorsión se elevan notoriamente con la aplicación de potencia en el driver de compresión, mientras que en el TPL-150 el piso de distorsión se mantiene proporcional a la potencia aplicada.
Por lo tanto, el TPL-150 no sólo posee una distorsión muy baja, sino que además, no aumenta al aplicar potencia, como sucede en el driver de compresión.
Como conclusión: este nuevo transductor será un componente clave para el siguiente nivel de sistemas de sonido profesional del futuro en términos de calidad de audio y experiencia de sonido en vivo.
Para más información visite: www.beyma.com
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